Ya llegan los meses de verano y a todos nos gusta un poquito de playa, calor, y sur. Por eso, en este post te cuento la mejor ruta por el sur de Portugal que puedes hacer este verano. Empezando en Lisboa, nuestra capital favorita de Europa, esta ruta se dirige desde la península de Setúbal hacia el sur por la costa atlántica hasta llegar a Sagres. Después, recorre el Algarve y acaba en Tavira.
Esta ruta está pensada para hacerla aproximadamente en dos semanas, pero como todas las rutas, se puede modificar a gusto de cada uno, estando más o menos tiempo en cada parada o modificando la ruta. Obviamente lo suyo, sobre todo en un país tan pequeño como Portugal, y lo más cómodo, es hacerla en coche. Sin embargo, en caso de que el coche no sea una opción, existen a día de hoy líneas de buses y trenes muy eficaces entre casi todas las paradas que se comentan aquí.
Contenidos
Costa da Caparica
La primera parada en esta ruta por el sur de Portugal es para muchos una de las mejores playas que puedes encontrarte en el país portugués. En costa de Caparica, situada al otro lado del Tejo, encuentras zonas y tipos de marea para todos los gustos, desde los destinos más clásicos hasta lugares más escondidos. Hay más de diez kilómetros de costa y muchas playas donde escoger. Esta costa se aleja de las marabuntas de personas que acuden a la playa desde Lisboa así que es perfecta para iniciar la ruta hacia playas menos turísticas y salvajes.
Costa da Caparica
Praia do Meco
La siguiente parada, que está a camino entre Costa da Caparica y de Arrábida, es Meco, donde se encuentran unas de las playas de Lisboa más curiosas. Cuando se quiere huir lejos de las aglomeraciones que se forman en Caparica, la opción más viable es llegar hasta Meco. Aquí también hay varias opciones de playas para elegir, y casi nunca hay mucha gente. La más popular es la Praia do Moinho de Baixo, más conocida como Praia do Meco. Otro atractivo a destacar de esta zona es que aquí se encuentra el famoso Bar do Peixe, famoso por las lapas de mantequilla de ajo y estandarte de la gastronomia del sur de Portugal.
Cabo Espichel
Muy cerquita y en ruta, parar en el cabo Espichel es buena opción para ver acantilados y pasear en lo que parece la nada. Los únicos edificios que se encuentran en esta zona son una iglesia del siglo XVIII, Nossa Senhora do Cabo, dos refugios de peregrinos que la franquean y un faro construido en 1790. Caminando entre los acantilados casi se puede sentir ese halo romántico que destila este paraje.
Sesimbra
Sesimbra
Esta villa portuguesa es perfecta para pasar la noche en una casa rural y disfrutar de la aldea pesquera en sus restaurantes con terraza y playas ideales para la familia. ¿Qué ofrece Sesimbra para visitar? Un castillo que en su interior alberga una iglesia y una fortaleza del siglo XVII. Pero además, este enclave es perfecto para realizar todo tipo de deportes y explorar la naturaleza. Entre los deportes de aventura destacan aquí el surf, el windsurf y el barranquismo.
Parque Natural da Arrábida
Este parque natural biogenético es una parada obligatoria para cualquier amante de la naturaleza. Se extiende por la costa sureste desde Setúbal hasta Sesimbra. Está clasificado como Sitio de Especial Interés para la Conservación de la Naturaleza. Las playas que se encuentran aquí son el paraíso para hacer windsurf, destacando Figueirinha, la bahía de Galapo, y, en especial, la de Portinho da Arrábida, la más bella de todas.
Echa el día aquí y no te olvides de probar la maravillosa miel que se produce en el Convento de la Arrábida y el queso de oveja de Azeitao de la zona. Increíbles.
Setúbal – Estuario del Sado
En la siguiente parada seguimos con los pueblos pesqueros y parques naturales. El pueblo es un pequeño entresijo de calles en su casco antiguo que vale la pena pasear hasta subir a la fortaleza de la colina donde hay unas vistas del estuario maravillosas. En Setúbal son muy ricos los calamares fritos que debes acompañar con una jarra de vino blanco.
Desde aquí, para conocer a fondo el sur de Portugal, recomiendo una excursión en crucero por el estuario del Sado, donde es posible ver delfines mudares, cigueñas blancas y en invierno flamencos. Merece la pena.
Vila Nova de Milfontes
Vila Nova de Milfontes
Desde Setúbal se coge un ferry hasta Troia y desde aquí continuamos hacia el sur hasta llegar en Vila Nova de Milfontes, ya en plena costa del Alentejo. De tres mil habitantes, es bastante más humilde que cualquier otra localidad playera y también una opción fantástica para hacer surf sin aglomeraciones. Se encuentra en medio del Parque Natural do Sudoeste Alentejano e Costa Vicentina. Aquí hay dos playas interesantes: Praia do Farol, en el pueblo, y Praia do Malhao, a 7 kilómetros al norte.
Zambujeira do Mar – Aljezur – Carrapateira
Las siguientes paradas se pueden hacer en un mismo día, siendo las tres pueblos pesqueros con playas preciosas. Zambujeira do Mar tiene una playa que quita el hipo, en Aljezur te encuentras con calas y acantilados vírgenes, y en Carrapateira, algo más rústica, hay cafés y pensiones orientados a los surfistas.
Sagres – Cabo San Vicente
Primera para del Algarve. La parada del fin del mundo. Sagres, es desde mi punto de vista personal, el pueblito con más encanto y local de todos los que hay en el Algarve. Es, además, la parada surfista por excelencia. Sagres ofrece numerosas opciones para hacer deportes de agua como el surf, snorkel, kayak, etc. Y no solo de agua, sino que por su localización, existen también muchas opciones para hacer rutas de senderismo o de bicicleta. Es también muy tranquila, es decir, es ideal para descansar unos días en medio de una naturaleza salvaje.
Desde Sagres, imprescindible acercarse hasta el cabo San Vicente. Ojo, aquí hay que abrigarse porque la rasca que hace en este punto del país es considerable.
Praia do Tonel, Sagres
Lagos
Al este de Sagres, ya es una zona más turística pero no por ello, a falta de encanto. Lagos, destaca por ser una de las ciudades con más ambiente del Algarve, sobre todo por la noche, lo que atrae a la población adolescente. Tiene aproximadamente veintidós mil habitantes y cuenta con un casco antiguo rodeado de murallas del siglo XVI. La iglesia de Santo António, Ponta da Piedade (un cabo con vistas espectaculares y classic foto Instagram), y el museo municipal son algunas de las cosas que hay que ver. Sin embargo, si seguimos con el rollo de playa, en la ciudad está la Meia Praia, y al sur Batat, Pinhao, Dona Ana y Camilo, algo más apartadas.
Monchique – Caldas de Monchique
Caldas de Monchique
Ahora nos metemos un poquito hacia el interior para visitar Monchique y Caldas. Aquí dejamos la playa para adentrarnos en plena montaña. Monchique, rodeada de árboles, ofrece actividades de bici y de piraguismo. También de senderismo y excursiones a los alrededores ya que, de hecho, la Via Algarviana, pasa por aquí, por lo que esta zona está muy bien preparada para recibir a caminantes y peregrinos. Para los más aventureros, a ocho kilómetros al oeste de Monchique, se encuentra el pico Fóia. Con 902 metros de altura es el pico más alto del Algarve, se puede llegar también en coche. Desde su cima se pueden ver los límites del Algarve occidental: el cabo de San Vicente y el Odeceixe.
Para descansar, ¿qué mejor lugar que unas termas? A tan solo seis kilómetros de Monchique se localiza Caldas de Monchique. Este pueblecito encantador ofrece al visitante la experiencia de un balneario donde hay baños al vapor, sauna y piscina de hidromasaje.
Faro – Parque Natural da Ria Formosa
Ciudad de referencia para cualquiera que quiera conocer el Algarve, Faro es un must en cualquier ruta por el Sur de portugal. Aunque a veces infravalorada y pensada como ciudad de paso, Faro ofrece numerosos atractivos y un ambiente bastante más portugués que el resto de localidades playeras de la zona.
Así, cuenta con un puerto deportivo, parques, plazas y un casco antiguo que merece la pena la visita. La visita a Faro se puede dividir en dos zonas: Cidade Velha, el casco antiguo, y la zona que la rodea.
En Cidade Velha es imprescindible la Sé, catedral del siglo XIII, y fuera del casco, la Igreja de Nossa Senhora do Carmo y la Capela dos Ossos, iglesia barroca que alberga en ella una capilla de huesos, al igual que la de Évora, con más de 1000 huesos y calaveras de monjes.
La ubicación de Faro la hace perfecta como punto de partida para ir a ver las lagunas del Parque Natural da Ria Formosa y sus playas, como las de la Ilha de Faro, en el suroeste, y las de la Olha da Barrera, en el sur. Estas lagunas se extienden a lo largo de 60 kilómetros desde el oeste de Faro hasta Cacelha. Debido a la importancia de las marismas para las aves migratorias y de cría, es fácil ver aquí una gran variedad de pájaros, gaviotas, patos, etc.
Tavira – Ilha Tavira
Última parada de la ruta. Tavira se extiende a lo largo de los dos lados del río Gilao, y además está muy cerquita de Huelva. Es uno de los pueblos más bonitos, no solo del Algarve sino también del sur de Portugal. Su visita al final de esta ruta por el sur de Portugal es una bonita manera de cerrar el trayecto.
Pasear por su casco antiguo lleno de callejones adoquinados es una delicia. En este paseo hay que ver la Torre Tavira, la Iglesia de Santa Maria do Castelo, la de Misericordia, las ruinas del castillo, la iglesia de Santiago y el Palacio da Galeria.
A 3 kilómetros de Tavira, tenemos las increíbles playas vírgenes de Ihla Tavira. Ihla Tavira pertenece al Parque Natural da Ria Formosa y está compuesta por unas dunas y un bosque donde hay un refugio. ¿Lo mejor? Se puede acampar.
Praia da Ilha de Tavira
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