Relajados, tranquilos, sin prisas. Estamos de vacaciones, nuestra idea es una ruta de senderismo por los Picos de Europa que no tiene mucha dificultad y por ello nos confiamos y nos lo tomamos con calma. ¿Para que madrugar con el frío que hace en Potes? Será verano pero aquí se nota el fresquito que nos sube a la habitación desde el río. Apartamento Brisas del Deva se llama. Ahora se por qué lo de las brisas.
En nuestro segundo día en esta zona de Cantabría tenemos previsto dar un paseo por los caminos que existen por esta zona. El senderismo en los Picos de Europa está muy arraigado y son multitud los caminos por los que hcer una ruta que nos permita pasar un bonito día disfrutando de la naturaleza y la tranquilidad que abundan en estas montañas. No hemos elegido una ruta muy complicada, aunque sí un poco larga, pero bueno, al fin y al cabo la idea es subir con el teleférico y bajar andando. Así que, casi a las 10 de la mañana estamos en la base del teleférico de Fuente Dé a la espera de nuestro turno.
La subida impresiona menos de lo que en principio parece. Cuando ves venir la cabina del teleférico y hasta donde te lleva te llama un poco la atención pero luego no es para tanto. La seguridad que sientes dentro de la pequeña cabina, nada que ver con el tamaño del teleférico que hay en Vallnord y que une Pal y Arinsal, hace que el viaje sea cómodo y que, poco después de las 10 y cuarto, ya estemos sobre la plataforma de metal que hace las veces de mirador. Un fuerte viento nos golpea así que, viendo que la gente se divide en dos grandes grupos, unos que se van hacia abajo en dirección al viento y otros que se dirigen hacia la derecha a resguardarse de él tras las enormes moles de roca que hay aquí arriba, decidimos seguir a los que van contra el viento.
La primera parte del camino es en ascenso. Apenas 100 metros de desnivel sirven para alcanzar la parte baja de la Peña Olvidada, montaña de 2406 msnm. No se llega a su cima sino que se aprovecha un paso entre esta y la Orcadina de Covarrobres a través del cual pasa el camino por la ladera de la Peña Vieja, considerado el pico más alto de Cantabria con sus 2.617 msnm, en dirección al Chalet Real, antigua casa de acogida de los mineros que trabajaban en la zona y que recibió su nombre por acoger al rey Alfonso XIII en 1912. Una vez alcanzado este punto se gira a la derecha camino de las praderas de Áliva, lugar tradicional de pastoreo llegando enseguida al Refugio de Áliva, lugar en el que poder disfrutar de un agradable almuerzo con productos típicos de estas tierras.
Un plato de quesos curados en las cuevas de estos montes y una serie de embutidos tradicionales curados con el aire de los Picos de Europa nos sirven para reponer las pocas fuerzas gastadas y continuar con nuestro camino hacia abajo. Tras caminas un poco por estas praderas de cuento se llega a un cruce en el que sale el camino hacia la Ermita de Nuestra Señora de las Nieves. Tras consultar con un pastor que estaba por la zona con su rebaño desechamos la idea de desviarnos del camino para hacer una visita ya que, sus palabras, no nos invitan a visitarla salvo que sea un día de romería. Así que seguimos el desvío hacia la derecha camino de Espinama.
Así, disfrutando de las maravillosas vistas que nos ofrece la zona y caminando por un sendero muy cómodo llegamos hasta los Invernales de Igüedrí, un lugar situado bajo el pico Valdecoro, el cual hemos rodeado en todo momento dejándolo a nuestra derecha, y que se muestra imponente con su pared casi vertical. Este lugar era utilizado por los pastores para encerrar el ganado y marca un cambio de tendencia en la ruta. Se pasa de los amplios y verdes prados de la parte alta, al cañón estrecho rodeado de grandes moles de roca en el que se encuentran para dar paso a un frondoso bosque por el que el camino nos llevará hasta Espinama tras superar una cerca para evitar que los animales se escapen.
La parte final de la bajada es preciosa. La vista de la zona donde, en un futuro, se espera crear la estación de esquí de San Glorio, ofrece unas vistas maravillosas de un conjunto de picos que superan los 2.500 msnm. Estas vistas ayudan a llegar a Espinama y a finalizar un parte de nuestro recorrido ya que aún nos falta volver hasta Fuente Dé, un recorrido de unos 3’5 km que comienza carretera arriba. Tras unos cientos de metros, desvio hacia Pido y continuación por un camino casi paralelo a la carretera que nos lleva a nuestro final de ruta tras casi 4 horas de ruta de senderismo por los Picos de Europa a un ritmo muy relajado.
La ruta es tan sencilla como bonita y muy recomendable para cualquiera que se acerque por este precioso lugar. Hacer una ruta de senderismo por los Picos de Europa es algo muy agradable por los paisajes que se divisan y la escasa dificultad de esta ruta por las praderas de Áliva. Al mismo tiempo esta zona ofrece innumerables opciones para aquellos que busquen algo más de emoción y complicación por lo que es ideal para todos. Una gran experiencia que nos permitió disfrutar de la montaña en estado puro antes de regresar a Potes a continuar con otro tipo de caminatas. Ahora nos toca andar por el pueblo buscando donde poder comer en Potes.