EuropaLuxemburgo23 septiembre, 2020
Muy buenas de nuevo tras la pausa veraniega: vamos a seguir descubriendo las bellezas de nuestro pequeño Gran Ducado. Hoy hablaremos de la minería, una actividad íntimamente ligada a la Siderurgia y que marcó el esplendor económico del país durante cien años: adelante.
Contenidos
Un poco de Historia de la Minería
Comienzos de la Siderurgia y Minería
Ya en el S. XVIII un censo da cuenta de la existencia de 116 Hornos Altos en el país, que producían unas 14,000 t de arrabio (hierro crudo). La mayoría estaban en el Éislek (les Ardennes) al Norte del país. Se alimentaban de carbón de leña y mineral de aluvión – pues la explotación de minería local (minette) no estaba desarrollada.
Zona típica de la Minette luxemburguesa
A mediados del S. XIX se produjo un enorme salto, con la introducción de la máquina de vapor. De aquélla data la construcción de un notable Horno Alto en Eech, hoy un barrio de la Villa. Este – por entonces – pueblo proporcionó la E de ARBED, empresa luxemburguesa que muchos años después agrupó las distintas Siderurgias locales.
Luxemburgo, país de emigración
Un pequeño inciso, por el contraste con la situación actual. Por entonces la mayoría de la población aún trabajaba en la agricultura. De hecho, muchos luxemburgueses emigraron a otras latitudes. Como París, donde los puestos ocupados eran sobre todo pequeños artesanos – ellos – y criadas / nodrizas – ellas.
También una comunidad significativa se fue al Nuevo Mundo, a la tierra de las oportunidades. Las estimaciones varían, pero parece que marcharon varias decenas de miles de personas en la segunda mitad del S. XIX.
Como recuerdo vivo, ahí está el pueblo de Luxemburg, Wisconsin. O la Sociedad Cultural Luxo-Americana.
Evolución de la Siderurgia y Minería
Con la introducción del mineral de la Lorraine y del Sur del país, y mejoras en eficiencia energética, el país vivió una mejora en sus condiciones de vida. Lo que a su vez atrajo inmigración, una tendencia ininterrumpida hasta nuestros días.
Evolución de producciones en toneladas, y número de mineros
El Gobierno impuso que un tercio del producto de minería local debía ser transformado en el país – para favorecer la riqueza y el empleo. El esplendor llegó en los 1880s: la unión aduanera entre Luxemburgo, Lorraine y Saarland (en el Zollverein germánico) promovió flujos de materiales y personas. Ya empezaban a sonar los nombres de grandes familias, como Metz o Meyrisch.
Olas de inmigración y avances sociales
Primero, en los 70s y 80s se trató sobre todo de técnicos alemanes para las mejoras en técnicas de minería. Posteriormente llegaron italianos (90s), atestiguado por barrios como ´La piccola Italia´ en Diddeleng. Hubo más oleadas después, en particular después de la II GM, al tiempo que en la Lorraine, donde los apellidos italianos son frecuentes. Los descendientes de estas personas se hallan hoy plenamente integrados.
Y después naturalmente fue el turno de los portugueses, con quienes un primer acuerdo bilateral se firmó en 1972. Hoy unas 95,000 personas de nacionalidad portuguesa viven en Luxemburgo, en torno a un 15% de la población. En algunas comunas del Sur, y en la centro-oriental Fiels, no están lejos de la mitad.
Muchos apellidos italianos en las estelas ´in Memoriam´
Por ejemplo, en los años 10 y 20 del siglo pasado, 8 de cada 10 habitantes de Diddeleng no eran nacidos en suelo luxemburgués.
Esta gran inmigración – sobre todo italiana – dio lugar a fuertes partidos obreros en el Parlamento. Con esto más el ejemplo alemán de Bismarck, también en Luxemburgo fueron cayendo los seguros de enfermedad, accidentes, vejez, y demás coberturas sociales.
Éste fue pues el marco en que se desarrolló la Minería.
Monumento a los Mineros – Kayl (Keel)
Parte alta
No muy conocido, y sin embargo espectacular. Inaugurado en 1957 y declarado Monumento Nacional en 1978, en lo alto de una loma se alza un Memorial. Por un lado, una torre vertical de 41m, rematada por una cruz. Al lado, sobre unas planchas verticales de hierro, tenemos los nombres de 1,400 mineros muertos en accidentes entre 1870 y 1978.
El Monumento es de una sobria belleza
También vemos cifras con la evolución de la producción en el país, y la inexorable decadencia de la minería, con un triste calendario de cierres de explotaciones.
El corazón del monumento es una tumba sin nombre, vendría a ser ´al minero desconocido´.
E’er an Dank den daperen Biergléit de’ go’wen Blutt a Liewen fir Familgen an Hemecht: Honor y Gracias a los bravos mineros que dieron sangre y vida por familia y patria
La vista sobre el valle de Keel es impresionante, y hay varios senderos de paseo que salen de allí. Recomiendo el 1, con una hora de vuelta circular, muy bonito.
Parte baja: Léiffrächen
En 1753 un obrero descubrió una estatua de Nuestra Señora en el hueco de un árbol. Cavó un pequeño nicho en una roca para depositar la imagen, convertida en lugar de peregrinaje en el país y la Gran Región. Y en 1937 se instaló una segunda estatua en madera de castaño, en una gruta que representaba la entrada a una mina.
Capilla de Nuestra Señora, parte del conjunto memorial
Más tarde Pío XII le dio oficialmente el nombre de ´Nuestra Señora de los Mineros´, siendo coronada por el Arzobispo. Algo más abajo hay un pedestal desde donde Juan Pablo II habló durante su visita a los Hornos Altos de Esch-Belval, mayo de 1985.
Fond de Gras: memoria viva de la minería
Antigua zona minera al sur del país, en el valle de la Chiers, en la misma frontera con Francia. Llegó a haber 21 entradas de galerías. Se llega en coche, pero lo típico es hacerlo en el tren 1900, que sale de la estación de Péiteng los domingos de tarde. Vale la pena, un tren de pasajeros a carbón, como hace un siglo.
Se llega a la estación de Fond de Gras (primero llamada de Madeleine), donde encontramos diversas máquinas y paisajes de época. Tras pesarse el mineral, se llevaba a Péiteng, a Bélgica, o a las zonas alemanas de Saarland y el Ruhr.
Estación sin pasajeros hoy, pero con mucho vivido
Estos yacimientos ya fueron explotados por los celtas, con una colonia en el ´Tëtelbierg´ cercano. Desde los 1870s, este valle se convirtió en esencial para la minería luxemburguesa: varias Compañías levantaron edificaciones (talleres, oficinas, cuadras), vías férreas, una estación. Como anécdota (o no tanto): cada una operaba con su propio ancho de vía para evitar robos de material.
Célebres fueron Couillet, Providence y Thy-le-Chateau. Cerca de las instalaciones, estaba el café ´Bei der Giedel´ (casa de la madrina), fundado en 1881 sobre un antiguo lavadero. Allí paraban los mineros tras la jornada, y aún está abierto. Cuando el ganado fue reemplazado por locomotoras, los establos se transformaron en viviendas.
Minieresbunn, tren minero. (Fuente: minettpark.lu)
Tras la II GM la explotación descendió debido a las importaciones de mineral con más alta ley. Las últimas galerías cerraron en los 60s, y a pesar de reabrir parcialmente en los 70s, vino la clausura definitiva y posterior clasificación como monumento histórico (1986). Dicho año se crea el parque Industrial y ferroviario de Fond-de-Gras.
Épicerie Brink
La ´épicerie´ (ultramarinos) Brink es un monumento vivo, se accede al comercio de antaño. Abrió en 1919 en Déifferdeng y tras su cierre fue salvado y reconstruido en detalle en Fond de Gras. Al lado hay un museo para recordar la vida y el trabajo de los obreros.
Entrar es como viajar en el tiempo…
Tren de Laminación
Fond de Gras sirve también como museo al aire libre para mostrar patrimonio industrial; lógico pues se trata del procesamiento del hierro / acero. Vemos una imagen del tren de laminación número 5 de Belval (productos largos), en servicio de 1913 a 1989. Se utiliza la presión de unos cilindros para darle al lingote caliente la forma deseada mediante sucesivas pasadas – en este caso, se producían carriles.
El pasado industrial, aquí está presente
Sala de Máquinas
Proveniente de una Central Eléctrica en Hollerich. Explotada por Paul Wurth entre 1914 y 1980, alimentaba sus instalaciones y algunas casas y empresas de la zona.
Senderos
La estación se halla en buen estado, y la zona es amplia y en medio de una naturaleza exuberante. Invita a pasear por medio del valle, y a tomar sus senderos.
Tenemos caminatas para elegir
Esta espaciosidad favorece la celebración de una convención anual Steam Punk, a finales de septiembre. Lo menos que se puede decir es que sus seguidores se curran mucho los trajes y accesorios. Realmente curioso, y siempre nos podemos enganchar al movimiento.
Una pareja de otra época, hacia un lugar de otro tiempo (Fuente: minettpark.lu)
Desde Fond de Gras, tomamos un tren minero (Minièresbunn, 700 mm) por una mina típica y tras un breve periplo exterior, estamos en Lasauvage.
Lasauvage (Zowaasch): el pueblo típico
Se trata de un pueblecito minero a la vera misma del arroyo fronterizo Crosniére. De hecho, hay varios senderos por los que perderse haciendo una típica ´randonnée´.
El pueblo presenta unas casas características del paternalismo industrial, bien cuidadas. Hay una amplia plaza central, con la escuela al Oeste, el espacio museístico de Lasauvage en un antiguo priorato al Norte, un precioso parque de juegos al Este y el río hacia el Sur. Más allá, Francia. Cerca del río hay algún restaurante, que recomiendo. Detrás de la escuela, un bonito parque de recreo.
Casino del pueblo minero de Lasauvage
El museo narra la historia del pueblo – como unos jóvenes que para evitar la Wehrmacht, se escondieron en una mina, cerca de Niederkorn.
Mencionar la Iglesia bajo la advocación de Santa Bárbara (cómo no), donde ésta aparece ya en una de las torres exteriores. Tiene a sus pies un pico y una pala. Ahora están en obras por lo que la foto es tomada de Internet. Que no se diga que sólo nos acordamos de ella cuando truena.
Santa Bárbara bendita, patrona de los mineros (Fuente: minettpark.lu)
Nos encaminamos hacia el Este, y tras dejar a nuestra derecha un curioso belén tallado en la roca, subimos por la llamada calle Principal. Llegamos a la Sala de Colgados, donde los mineros dejaban las lámparas y al Museo Eugène Pesch, sobre el antiguo prado por el que se entraba a la mina. También existen restos de maquinaria.
El Museo Pesch muestra básicamente fósiles y piedras preciosas, así como las condiciones de vida en las minas por la época.
Museo Nacional de la Minería – Rëmeleng
Antigua mina de hierro, se puede visitar a pie (1 h 30 min, con guía) o en tren (30 min). No se hace nada pesado, y es una bonita y muy realista experiencia. Totalmente recomendable.
Una experiencia realista en el Museo de la Minería (Fuente: mnm.lu)
Y con esto cerramos esta mirada a la historia de la minería en nuestro país, probablemente no tan conocida como debería serlo. Espero que os haya gustado. Un saludo y hasta la próxima.
Os paso finalmente un enlace al conjunto de estos artículos sobre Luxemburgo.
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Asturiano-luxemburgués. Vivo en Luxemburgo desde 2011. A tu disposición para cualquier información para visitar, vivir y/o trabajar en el Gran Ducado.
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