Portugal, el país vecino por antonomasia, es una de las regiones de Europa en la que se pueden encontrar numerosas ciudades dignas de visita. De norte a sur, este artículo repasa las cinco ciudades de Portugal más interesantes de la geografía lusitana, siendo cada una de ellas destinos imprescindibles para conocer la región portuguesa.
Como es bien sabido, con 10 millones de habitantes, Portugal es uno de los países más pequeños de Europa. Además de su pequeño tamaño, otra de las características de este país, es que con excepción de Lisboa, no existen ciudades que sobrepasen el medio millón de habitantes, siendo en su mayoría pequeñas urbes y pueblos. Sin embargo, y probablemente por esto mismo, encontramos en esta zona de la península, hermosas ciudades con un encanto tan singular que sin duda dejan al visitante con ganas de conocer más. Así, Oporto, Coimbra, Lisboa, Évora y Faro son los puntos de parada obligatorio no puede uno olvidarse en su ruta de viaje.
Contenidos
Oporto
Primera de las ciudades que se encuentra al norte y segunda mayor urbe de Portugal, Oporto es el destino perfecto para los románticos. No pasan desapercibidas sus coloridas y pintorescas fachadas, y mucho menos, el ambiente de sus terrazas y restaurantes a la orilla del Duero. La arquitectura de Oporto, estandarte del peculiar encanto que caracteriza el estilo luso, junto al halo de romanticismo de sus calles, puede llegar a fascinar hasta el más exigente de los turistas.
Panorámica de Oporto
El río, los puentes y el vino
La visita a Oporto se puede dividir en dos zonas: la zona del río, La Ribeira, y la zona de Vila Nova de Gaia. Debido a su tamaño, todo lo que hay que ver en esta ciudad es fácilmente accesible a pie. Eso sí, hay que luchar con las cuestas que conforman todo el centro histórico. Como detalle curioso, la belleza del barrio de Ribeira es tal que en el año 1983 se declaró como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
¿Qué es imprescindible en Oporto? La barroca Torre dos Clérigos desde donde se puede tener unas vistas increíbles de la ciudad, Avenida dos Aliados, la estación de trenes de Sao Benito, la Igreja da Misericordia, el Palacio da Bolsa, la Igreja de Sao Francisco, y la Casa do Infante. Por último, Praça da Ribeira, pasear por el largo del Duero admirando las bodegas de Vila Nova de Gaia al otro lado del río, el famosísimo puente de Dom Luis I y como colofón, Vila Nova de Gaia.
Vino de Oporto
Vila Nova de Gaia
Al otro lado del río Duero, se encuentra Vila Nova de Gaia, un distrito de Oporto donde se localizan las famosas bodegas del vino de Oporto. Sentarse en una de las terrazas de este lado del paseo es ideal para disfrutar de las vistas de la ciudad desde otra perspectiva. Además, es imprescindible la degustación de vino en esta zona. Las mejores bodegas y las más antiguas son Graham’s y Taylor’s. Ambas ofrecen circuitos de los establecimientos con cata de vino al final.
Coímbra
La Salamanca portuguesa, Coímbra es sin lugar a dudas la ciudad universitaria más relevante del país. En Coímbra se encuentran algunas de las facultades más antiguas de Europa. De hecho, en 2013, la Unesco eligió el campus histórico de la Universidad de Coímbra como patrimonio de la Unesco.
La Universidad y su tradición
El centro histórico se encuentra en una bonita ladera a la orilla este del río Mondego. Aquí se hallan una infinidad de edificios anejos, la Universidad de Coímbra y las repúblicas (viviendas estudiantiles). La ciudad moderna, la “Baixa” se despliega a los pies de la montaña, a orillas del río.
Universidad de Coímbra
¿Qué te no te puedes perder en Coímbra? La Universidad de Coímbra por supuesto, la Sé Velha, el Museu Nacional de Machado de Castro, y el Museu da Ciencia. Sin embargo, lo mejor de Coímbra es su vida universitaria, así que lo suyo es darse una vuelta por las bulliciosas calles alrededor de las facultades, de la Sé Velha o de la Sé Nova y disfrutar de sus restaurantes, bares y terrazas.
Una de las tradiciones más importantes de Coímbra y su universidad es la Queima das Fitas. Durante la primera semana de mayo, Coímbra celebra el final del año académico para los estudiantes. Los graduados queman en un ritual centenario las bandas de colores que acreditan las asignaturas aprobadas. Se interpretan fados a la luz de la luna, se bebe cerveza, y hay conciertos y bailes por todo el campus: una auténtica bacanal universitaria.
Lisboa
La capital de Portugal habla por sí sola. La ciudad de las siete colinas, del fado, del bacalao y las sardinas, es el destino estrella entre las ciudades de Portugal.
Interior Convento do Carmo
¿Qué ofrece Lisboa? Caminar por el barrio de Alfama, recorriendo sus callejones laberínticos, sus patios ocultos y sus calles umbrías, es una delicia. Además, en Baixa y Chiado hay numerosos edificios que merecen la pena la visita como el Convento do Carmo o la Igreja de Sao Roque. Y no nos olvidemos de las maravillosas vistas que hay desde cualquiera de los miradores que hay por toda la ciudad.
Y no solo hay monumentos, Lisboa destaca además por el ambiente de sus calles, los mercadillos de los domingos, la gastronomía pescatera, y la noche en Bairro Alto. Estando en Lisboa no puede uno dejar de probar sus platos más típicos como el bacalao à bras, la bifana o la sardina asada. Asímismo, la dulzura lusa acecha en prácticamente todas las calles de la ciudad. Los pasteles de nata, los mazapanes, los travesseiros o las queijadas enamorarán hasta al más salado.
El barrio monumental de Belém
Mención aparte merece el barrio de Belém, a 5 kilómetros del corazón histórico de la ciudad, donde se encuentran los monumentos más impresionantes de Lisboa.
El imponente Monasterio de los Jerónimos junto con la Torre de Belém y el Monumento a los Descubrimientos, hacen de Lisboa un todo ecléctico entre lo ordinario de la vida diaria y lo extraordinario de monumentos como estos.
La entrada al Monasterio, incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, es casi obligada. El edificio es el máximo exponente del estilo manuelino y en él está enterrado Vasco da Gama.
La Torre de Belém, antigua fortaleza construida para proteger la entrada al puerto, y el Monumento a los Descubrimientos, a ras del río, representan la Era de los Descubrimientos, una de las épocas más esplendidas de la historia de Portugal.
Évora
A tan solo una hora de Lisboa, Évora destaca por ser una de las ciudades medievales mejor conservadas en todo el país. Capital del Alentejo, Évora ofrece al visitante una experiencia tanto cultural como de ocio. La catedral, el claustro, el templo romano y la espectacular plaza sobre la que se organiza la ciudad son solo una pequeña muestra de los encantos arquitectónicos que se presentan al turista. Sin pasar por alto la espectacular capilla de huesos; una capilla, que como su propio nombre indica, está compuesta por más de 5000 huesos. Un grito al memento mori que te helará la sangre.
Por otro lado, junto con Coímbra es una de las ciudades universitarias del país más relevantes, por lo que la ciudad rezuma ambiente, y está repleta de restaurantes y animados bares donde desconectar o disfrutar de la gastronomía de esta zona del Alentejo.
Megalitos de Évora
Cromeleque dos Almendres
Además, Évora resulta un punto de referencia para ir a conocer una de las mejores experiencias en Portugal: los megalitos de Évora. Esta región, en efecto, es región de yacimientos de megalitos neolíticos. Se visitan los megalitos de Almendres, Zambujeiro y el Menir dos Almendres. De estos, destaca el Crómlech de los Almendros, probablemente el más importante dentro de toda la península Ibérica. Debido tanto a su dimensión como a su estado de conservación se le ha llegado a comparar con los mismísimos megalitos de Stonehenge.
Perfecto para reflexionar sobre los misterios de la más lejana antigüedad. ¿Cómo se transportaban semejantes rocas macizas? ¿Qué significaban exactamente? ¿Por qué se colocaban así? Nunca se sabrá con certeza, sin embargo, su atractivo es precisamente ese.
Faro
Ciudad de referencia y punto de partida para cualquiera que quiera conocer el Algarve. Aunque a veces infravalorada y pensada como ciudad de paso, Faro ofrece numerosos atractivos y un ambiente bastante más portugués que el resto de localidades playeras de la zona.
Así, cuenta con un puerto deportivo, parques, plazas y un casco antiguo que merece la pena la visita. La visita a Faro se puede dividir en dos zonas: Cidade Velha, el casco antiguo, y la zona que la rodea.
En Cidade Velha es imprescindible la Sé, catedral del siglo XIII, y fuera del casco, la Igreja de Nossa Senhora do Carmo y la Capela dos Ossos, iglesia barroca que alberga en ella una capilla de huesos, al igual que la de Évora, con más de 1000 huesos y calaveras de monjes.
Proximidades de Faro
La ubicación de Faro la hace perfecta como punto de partida para ir a ver las lagunas del Parque Natural da Ria Formosa y sus playas, como las de la Ilha de Faro, en el suroeste, y las de la Olha da Barrera, en el sur.
Parque Natural da Ria Formosa
A 10 kilómetros de Faro se encuentra la playa de la ciudad, Praia de Faro. Cuenta con bastantes kilómetros de arena donde disfrutar del windsurf y numerosos cafés y restaurantes, lo que la hace la excursión ideal para pasar el día. Además, hay ferris para llegar a la Praia de Farol (localizada en la Ilha da Culatra) y a la Ilha da Barreta, también llamada Ilha Deserta.
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