En esta ocasión haremos un breve paseo de un día de duración por algunas de las zonas de la cara norte de la Isla de Tierra del Fuego. Descubriremos su historia, su primeros habitantes, la colonización posterior y el desarrollo de la actividad industrial que dio como resultado un incipiente aumento demográfico, ganadero y cultural. La isla de Tierra del Fuego se divide en una parte chilena y una parte argentina. En este caso veremos con algo de detalle los puntos más importantes de la parte chilena, la menos poblada, por otra parte.
Carretera del Estrecho.
Para poder llegar a la isla tenemos dos opciones. La primera es cruzar el Estrecho de Magallanes en barco, la cual es la forma más recomendada. La segunda opción es a través de avión, aunque mucho más cara y sujeta a disponibilidad y condiciones climáticas. Aquí el clima es incierto. Muchas embarcaciones naufragaron en estas aguas por su bravura y su desconocimiento. Esto ya no sucede actualmente con las previsiones ya que tanto las navegaciones como los vuelos son controlados por las autoridades competentes. Entonces, descubramos qué podemos ver:
Contenidos
DESDE PUNTA ARENAS AL FIN DEL MUNDO
Nuestro viaje comienza en la última gran ciudad continental, Punta Arenas. Desde aquí la aventura nos llevará al verdadero fin del mundo, a la tierra que Magallanes llamó así por el humo que divisó en sus navíos. Este fuego era de los indígenas que habitaron estos inhóspitos territorios sin dejar impacto alguno. Con el tiempo se los conocería como los Selk’nam, quienes convivieron con los Yaganes y con los Kaweskar. Todos estos pueblos eran canoeros, es decir, utilizaban la canoa como medio de transporte y subsistencia.
Aunque tristemente el hombre blanco acabó con ellos directa e indirectamente. De manera directa por el genocidio al ocupar sus territorios para la producción ganadera (era más fácil cazar una oveja que un guanaco); y de manera indirecta por la evangelización y “civilización” impuesta a modo de cultura, gastronomía y costumbres. Las enfermedades europeas y los nuevos hábitos mermaron la población de estos pueblos llevándolos a la extinción y con ellos los testimonios, lenguaje y cultura.
ESTANCIA SAN GREGORIO
La Patagonia está dividida por extensiones de tierras que forman una gran red de estancias. Una estancia es una suerte de rancho con unas 5000 ovejas, a veces más. En ella se realizan todas las tareas, desde el pastoreo, la esquila, la matanza, el criadero, etc. Todas las estancias están a cargo de los estancieros y de los gauchos, verdaderos vaqueros del fin del mundo. Nuestra primera parada será a unos 100km de la ciudad de Punta Arenas. Recorreremos el Estrecho de Magallanes por la costanera y veremos ascender el sol. La soledad y el silencio de estas latitudes se hace patente y se rompe sólo con las olas y el viento imperante.
La ruta que seguiremos nos llevará a la Estancia San Gregorio, famosa por ser una de las primeras de estas latitudes, pero también por las embarcaciones varadas que encontraremos. Hablamos del vapor Amadeo y Ambassador, fieles testigos del paso del tiempo. Destartalados y oxidados veremos cómo han ido menguando sus días de gloria. Estas embarcaciones fueron las primeras en dedicarse a la explotación ganadera, conectando distintos puntos ante la ausencia de carreteras.
En cuanto a la Estancia, podremos recorrerla a pie y veremos sus instalaciones, lana deteriorada y un sin número de herramientas. Descubriremos que sus días de gloria fueron otros…
COMUNA DE PRIMAVERA, CERRO SOMBRERO
Para llegar a Primavera es necesario cruzar el Estrecho de Magallanes. Existen recorridos en transboradores que remolcan a los camiones y automóviles particulares. La cuota varía en función del medio de transporte. Este recorrido dura aproximadamente 45 minutos.
Iglesia pentecostal de Cerro Sombrero.
Dejando atrás Sudamérica continental, recorreremos la isla de Tierra del Fuego y nuestra primera parada será la comuna de Cerro Sombrero, a una hora aproximadamente en función de la climatología y el estado del pavimento.Primavera tiene una firme vinculación con la explotación de petróleo y gas. Sus inmediaciones recuerdan a viejas ciudades soviéticas. Cerro Sombrero es un pequeño pueblo de unos 600 habitantes. Cuenta con instalaciones como un banco, un colegio adornado con motivos selk’nam, supermercado, piscina y hasta un cine (el primero construido en Magallanes según los lugareños).
Hablar con los lugareños es una de las mejores experiencias para percibir y darnos cuenta cómo es la vida tan alejado de la civilización. Alrededor de Cerro Sombrero hay extensión de pastos, una tierra plana sin apenas depresiones o elevaciones. Como consejo, hay que visitar la iglesia pues está declarada como patrimonio nacional y construida bajo un movimiento modernista. Toda una joya.
ONAISSIN EN BAHÍA INÚTIL
Abandonando Cerro Sombrero, nuestro siguiente destino es Onaissin, en la cara oeste de la Isla de Tierra del Fuego. Se encuentra a unas dos horas según es estado de la vía. El camino es de piedra y tierra, así que hay que tener cuidado con los pinchazos. En esta zona del mundo estamos lejos de todo y un mecánico no es opción. Hay que ir con precaución. Los senderos nos mostrarán las estancias más famosas de la Patagonia, grandes casas en medio de la nada.
También iremos descubriendo detalles sobre la colonización y la fiebre del oro que generó una incipiente industria, aunque también exterminio de indígenas. Conoceremos la historia del estanciero llamado “Chancho colorado”, que fue uno de los más sangrientos asesinos de selk’nams. Una vez cruzado estos duros caminos llegaremos a Bahía Inútil. Este nombre fue acuñado porque la bahía no ofrece comodidades a los navegantes por no poder anclar ni refugiarse en ella.
PARQUE PINGÜINO REY
En Bahía Inútil encontraremos una de las referencias de este pequeño pueblo, el Parque Pingüino Rey. Se trata de un parque privado, con una entrada de unos $12.000 CLP o unos 15€ al cambio aproximadamente donde podremos ver el únicoasentamiento natural de Sudamérica de pingüinos rey. Estas aves llegaron siguiendo las corrientes marítimas antárticas hasta asentarse en Bahía Inútil en ausencia de depredadores naturales y obtención fácil de alimento.
Pingüinos Rey en Bahía Inútil
Según la época del año podremos ver hasta 300 ejemplares (verano) y unos 70 en invierno. Bahía Inútil tiene un clima feroz de temperaturas bajísimas acompañado de un viento aterrador que no para de soplar.
Ver a las familias de pingüinos con sus crías es todo un espectáculo, aunque para verlos y no alterar sus hábitos, se han instalado miradores con prismáticos. Dentro de la caseta podremos ver la cría de huevos, recuerdos, esqueletos de pingüinos, etc. El recorrido es corto, pero merece la pena alejarse de la civilización para contemplar otros modos de entender la vida. Bahía Inútil se encuentra lejos de todo y de todos.
CIUDAD DE PORVENIR
Canoa selk’nam
Finalmente, nuestro recorrido acaba en la ciudad de Porvenir, al noroeste de Tierra del Fuego. Está ciudad cuenta con unos 5000 habitantes y es sensiblemente más grande que todos los pueblos que hemos visitado hasta entonces. Porvenir cuenta con varios puntos icónicos para nuestra visita. Aunque no se trata de una ciudad turística pues apenas cuenta con atractivos, lo que sí debemos visitar es el Museo municipal.
Quizás sea el punto másenriquecedor culturalmente hablando. En este museo encontraremos varias salas dedicadas a temas como la fiebre del oro, el genocidio de los indígenas, la flora y fauna y, por supuesto, la conquista de los cielos en el fin del mundo. Uno de los atractivos de este museo es la momia de una selk’nam datada de 1490.
Caminar por Porvenir es percibir los azotes del clima hostil. Sus calles denotan pobreza y paradójicamente encontramos en su nombre un halo de esperanza. Nos encontraremos con su cementerio y, al igual que en Punta Arenas, podremos comprobar que sus moradores fueron personas que vinieron de todas partes del mundo.
Cementerio de Porvenir
Porvenir tiene una gran conexión con su pasado, un pasado arrebatado por la ambición del hombre blanco. Por este motivo este viaje, al no contar con grandes paraderos, sí que nos enriquecerá de una manera distinta. Viendo por encima estas latitudes veremos la lucha y perseverancia de sus habitantes por no abandonar sus orígenes y reivindicar un futuro esperanzador. No por nada los nombres de las localidades en el fin del mundo tienen nombres tan pintorescos como Puerto del hambre, Bahía de penas, provincia de Última Esperanza, etc.
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