Uzbekistán es un país maravilloso, hay mucho que ver en este territorio que es el corazón de la Ruta de la Seda. Por si fuera poco, también tienes las tres ciudades-oasis más bellas y grandiosa: Khiva, Bukhara y Samarcanda.
Al visitar Uzbekistán, lo primero que sorprende es que se trata de un lugar muy barato para hacer turismo, que se siente seguro en sus calles y que además está lleno de gente hospitalaria. Estos tres elementos lo hacen un destino ideal para viajar solo, en pareja o en familia.
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¿Qué ver en Uzbekistán? Guía de imprescindibles
Kyzyl Kum, un desierto imperdible que ver en Uzbekistán
El desierto de Kyzyl Kum se ubica en la región de Karakalpakistán. Uno de sus principales atractivos radica en que está lleno de restos de antiguas fortalezas, que datan incluso del siglo IV a. C. Son conocidas como las “kalas”: Guldursun Kala, Toprak Kala, Qizil Kala.
Es un indispensable en cualquier lista de lugares que ver en Uzbekistán, especialmente porque en este desierto los turistas tienen la posibilidad de pasar una noche en una auténtica yurta. Las yurtas son las tiendas de los antiguos pueblos nómadas de Asia Central, una curiosa forma de dormir que todavía se siguen usando en Mongolia.
Varias agencias de turismo de la zona, se encargan de que los turistas nunca olviden este viaje y organizan excursiones para pasar la noche en estas yurtas en las cercanías del lago Audarkul, al norte de Samarcanda, cerca de la frontera con Kirguistán.
La experiencia no solamente incluye el lugar donde dormir. La noche comienza con una cena de pescado del lago, para luego pasar al lugar donde se encienden las hogueras, y entre turistas y lugareños disfrutan de la música tradicional y paseos a camello. Ver las estrellas durante la noche es un plus sin ningún costo que nunca olvidarás.

Ayaz Kala, una fortaleza en el desierto
No es solo cualquier fortaleza, sino que es realmente la más grande de las fortalezas que existen en el desierto Kyzyl Kum. Su gran tamaño se debe a que esconde tres fortalezas en una: Ayaz Kala 1, del siglo IV a. C.; Ayaz Kala 2, de los siglos VI y VIII; y la tercera, Ayaz Kala 3, de los siglos I o II. Sí.
Itchan Kala, la ciudad amurallada
Itchan Kala es una ciudad amurallada que no puede faltar en tu visita a Uzbekistán. Con sólo verla es imposible no recordar o trasladarse automáticamente a una de las míticas ciudades de la ya legendaria serie Game of Thrones , una de esas tantas que Daenerys conquistó en su camino al trono de hierro.
Cuando atraviesas sus murallas ingresas de forma inolvidable a una ciudad islámica digna de cualquier leyenda o mito. Todo deja en evidencia que tiene más de cinco siglos de existencia, desde sus calles empedradas, pasando por sus miradores hasta llegar a las 218 columnas de la mezquita Juma.
¿Hay algo más que ver en esta ciudad de Uzbekistán? Sin duda, puedes pasar el día entero sin aburrirte, recorriendo el que hace siglos fuera el bazar de esclavos o conociendo la historia del país en los diferentes museos.

Khiva
Como ya te mencioné, es una de las tres ciudades míticas de Uzbekistán. Es un “oasis dentro del desierto”, una ciudad pequeña, amurallada, pero totalmente increíble.
Si en algo destaca Khiva es que la perfección de toda su construcción amurallada la convierten en una ciudad sacada directamente de un libro de cuentos. No en vano muchos la denomina como una ciudad salida de las “Mil y una noches”, y ciertamente el epíteto le encaja perfectamente. Solo basta con llegar y sentirse parte de una historia mágica y mística, con el encanto del medio oriente.
Khiva no es una ciudad que destaque con impresionantes monumentos para que los turistas se saquen miles de fotos, ni contiene una estructura fácil de identificar con solo ver cualquier postal, pero a pesar de ello, esconde algo mucho mejor. ¿Alguna vez has llegado de turista a una ciudad y te has desconectado del mundo para recorrer todas sus calles? Esa sensación la tendrás en Khiva, puesto que caminar prácticamente sin rumbo, viendo con cuidado las puertas antiguas, los corredores, los laberintos de ladrillos y las caras de sus habitantes, te hará atesorar esos recuerdos como uno de los mejores viajes de tu vida.
Entre sus mística calles también nos encontramos con la Mezquita Juma. Este templo religioso se compone de un patio de 212 columnas de madera que sostienen la estructura y que a simple vista podemos notar que fueron delicadamente talladas. Es como entrar a un museo, con la diferencia de que cada una de las columnas es una obra de arte por sí sola, todas con detalles diferentes y con la maestría y gracia que dio el tallado a mano de la época en que fue construida.

Bukhara
Una ciudad más grande que Khiva, y que sin embargo goza del mismo encanto histórico y cultural de la región. Considerada por muchos la joya de Uzbekistán, es decir un imperdible para cualquier turista que viaje a este país.
Bukhara fue un gran centro de sabiduría en la Edad Media. En sus calles se encontraban cientos de de escuelas coránicas, donde estudiaban alumnos de toda Asia central, con destacados docentes que se encargaron de formar a las principales mentes de la época. Fue una era de brillo para esta ciudad y que aún se puede apreciar en la mezquita Djuma y en la madrasa Mir-Arab, que escoltan al minarete Kalon; o en la madrasa Abdulaziz Khan.
Uno de los lugares que ver en Bukhara es la plaza Lyabi-Hauz, que fue Construida en 1620 alrededor de un estanque. Es el centro antiguo de Bukhara o Bujará, en el cual ya los negocios tradicionales fueron desapareciendo y – como en muchas de las ciudades de este tipo – han dejado paso a otros negocios modernos, principalmente a aquellos enfocados al turismo.
Agua para los viajeros
En la antigüedad era una zona con mucho movimiento de personas porque la plaza se construyó alrededor de un estanque. Esto también ocurría con frecuencia en este tipo de pueblos, y así los lugareños tenían que acudir a buscar agua para llevar a sus hogares, pero también los viajeros y comerciantes extranjeros que llegaban sedientos luego de pasar horas caminando exhaustos y tras atravesar el desierto.
También es un buen lugar para apreciar esculturas, tales como la estatua de Hoja Naruddin, un místico sufí y la madrasa Nadir Divanbegi, construida en el año 1622. Estas se encuentran del lado derecho de la plaza, mientas que en el extremo opuesto se encuentra Nadir Divanbegi Janaka ¿Qué es? Es un edificio que servía como una especie de sala de reuniones y de ritos religiosos sufí que se construyó en la misma época que la madrasa.
Samarcanda
Samarcanda es básicamente la tercera gran joya de Uzbekistán. Una ciudad hermosa, pero muy diferente a lo que uno espera al escuchar su nombre y vincularla con el cuento de las Mil y una Noches. Al llegar a esta ciudad nos encontramos con una importante metrópolis urbana, gracias a los cambios que implementó la Rusia zarista, al transformar la antigua ciudad islámica en una localidad moderna de corte europeo. Al visitar Samarcanda debes estar preparado para recorrer grandes avenidas, parques y bulevares. Esto no es motivo para decepcionarse, porque marca una diferencia con las otras ciudades antes mencionadas, y también porque al adentrarnos en ella, seremos recompensados con algunos de los mejores monumentos que ver en Uzbekistán.
«Ciudad famosa y grande en aquella región, que es tributaria de un sobrino del Gran Kan. Habitan en ella juntamente los cristianos y los que adoran a Mahoma, que se denominan sarracenos.», así se refirió Marco Polo a esta ciudad en su libro de aventuras, tras pasar por ella en la ruta de la seda.
¿Con qué cosas tan especiales nos encontraremos? Antes de responder a esa pregunta también podríamos recordar a otro que tuvo palabras mágicas para describir Samarcanda. «Todo lo que había oído de Samarcanda era cierto, excepto que es más hermosa de lo que imaginaba», así se refirió a ella el conquistador Alejandro Magno, tras su paso por esta ciudad.

El registán
La principal atracción que ver en Uzbekistán es sin duda el Registán. Es imposible caminar por la ciudad sin topárselo en algún momento del día, debido a que se encuentra en el corazón de Samarcanda.
La plaza del Registán cuenta con tres grandes madrazas. A la izquierda, se encuentra la Madraza Ulugbek (1420), al centro la Madraza Tilla-Kari (1660) y a la derecha, la Madraza Sher Dor (1636). La principal de ellas es la Madraza Ulugbek, que es la más importante por ser la primera. Ya en el interior se aprecia con más detalle la suntuosidad de las madrazas y la imponencia de la central.
Además del Registán, también vale la pena visitar el mausoleo del gran Tamerlán, la mezquita de su mujer favorita, Bini Khanum, el cementerio-mausoleo de Shahi-Zinda y el mercado Siyob. Con todo ese itinerario puedes pasar un gran día en esta ciudad que maravilló a tantos en la antigüedad.