Amanece en Manchester. Nuestro viaje está a punto de acabar. Hoy regresamos a Valencia tras unos días recorriendo esta parte del norte de Inglaterra. Liverpool y Chester han sido nuestras anteriores paradas y hoy toca disfrutar de Manchester. La tarde anterior apenas tuvimos tiempo de ver la ciudad al estar de visita en Old Trafford de modo que, como nuestro vuelo con Ryanair no sale hasta la tarde, aprovechamos para realizar una aproximación a los lugares más destacados de Manchester.
Pero la gran pregunta es ¿que ver en Manchester?. La ciudad tiene fama de fea, de un lugar obsoleto al ritmo que marca su industria, un lugar sin alma en el que no vale la pena perder el tiempo. Y puede que aquellos que afirman eso tengan razón. Es cierto que Manchester es una ciudad muy ecléctica en la que los antiguos restos de la Revolución Industrial se mezclan con las nuevas construcciones surgidas gracias al creciente desarrollo de la segunda ciudad más importante de Inglaterra tras Londres. Así no es extraño pasear por sus calles y encontrarte antiguas casas de ladrillo con escaparates de tiendas ultramodernas en las que no sabes por donde tienes que entrar a comprar.
La noche anterior comprobamos que Manchester es un centro de diversión y desenfreno para los ingleses y eso se nota hoy. Cierto es que estamos en un día festivo y muchos han abandonado la ciudad pero pasear por el centro de Manchester a las 9 de la mañana y descubrir una ciudad fantasma es algo que nos sorprende. Así como en la tarde-noche del día anterior Piccadilly Gardens estaba repleta de gente hoy no hay nadie lo que nos ofrece la posibilidad de disfrutar de una visión de Manchester muy personal, sin injerencias de factores externos, y con una relajación especial a pesar del frío que hace y de ver como todos los establecimientos están cerrados.
Nuestro hotel se encuentra enfrente de la Catedral de Manchester lo cual hace que nuestro primer destino sea este. No tiene la grandeza de las catedrales de Liverpool y está practicamente cerrado ya que están con los preparativos de la misa del lunes de Pascua lo que hace que esta primera visita no sea muy interesante. Comenzamos a caminar alrededor del Arndale Shopping Center solos por las calles llegando rápidamente al Museo del Fútbol uno de esos edificios modernos que contrastan enormemente con la sobriedad de los antiguos. Aquí hay un lugar bastante famoso de Manchester, The Printworks, una galeria comercial en la que los lugareños aprovechan para pasar las noches y disfrutar del cine, del Hard Rock Café y de algunos sitios más muy conocidos en los cuales poder disfrutar de parte de la vida nocturna de Manchester. Nosotros pasamos de largo, ya lo vimos la tarde anterior y no nos llamó la atención así que seguimos camino de Piccadilly Gardens.
Piccadilly Gardens es la plaza principal de Manchester. Alrededor de ella se concentra gran parte de la vida de esta ciudad. Grandes hoteles, locales para comer o tomar algo y multitud de vías del tranvía forman esta plaza ajardinada por la cual, a estas horas de la mañana, comienza a verse ya algo más de gente de la que hemos visto hasta ahora. Pasamos rapidamente por ella camino del Chinatown de Manchester, un pequeño barrio de tiendas y restaurantes en el que, como siempre en estos lugares, destaca el arco imperial que sirve de bienvenida. Se encuentra en Faulkner Street, lugar que nos pilla de camino al Ayuntamiento.
Por desgracia la Manchester Central Library está de obras lo que impide disfrutar de uno de los edificios más carismaticos de esta ciudad. Por ello aprovechamos para acercarnos a Albert Square, grandiosa plaza en la que se encuentra el Manchester Town Hall, un impresionante edificio de estilo victoriano que impresiona por su belleza, dominando toda la plaza. En el centro de esta se encuentra The Albert Memorial, un monumento erigido en memoria del marido de la reina Victoria a finales del S. XIX, que da nombre a la plaza. Al mismo tiempo la plaza contiene una serie de esculturas como homenaje de grandes personalidades entre las que destaca la de Abraham Lincoln.
Tras esta visita continuamos nuestro camino hacia la Beetham Tower, que con sus 168 metros de altura domina el paisaje de Manchester. Esta torre de cristal de varias tonalidades es el simbolo de Manchester desde su construcción en 2006 ya que es visible desde cualquier punto de la ciudad. Es enorme y espectacular y choca con la arquitecura de los edificios que la rodean. Una de las imágenes más curiosas que ofrece esta torre es cuando la ves sobre la Great Northern Warehouse, un antiguo almacen de mercaderías, de finales del S. XIX, en el que se depositaban estas antes de ser transportadas. Su peculiar construcción de ladrillos rojos contrasta enormemente con el cristal de la Beetham Tower mostrando uno de los más claros ejemplos de la mezcolanza entre pasado, presente y futuro de esta ciudad.
Ya queda poco para dejar Manchester pero no queremos irnos sin acercarnos a ver The Avenue, un lujoso lugar en el que encontrar las mejores tiendas de la ciudad. Modernas y espectaculares tiendas de ropa junto a un curioso restaurante australiano que hace las delicias de los que lo visitan. Por desgracia para nosotros está todo cerrado así que nos conformamos con dar una vueltecita por esta zona para acabar comiendo en el Pret a Manger que no será de lujo pero en el que se come como en ningún otro sitio.
Y con esto acaba nuestra visita a Manchester. Ya solo queda regresar al hotel, coger las maletas y dirigirnos a Manchester Piccadilly a coger el tren, que nos llevará al aeropuerto, para volver a casa tras un maravilloso viaje por una zona de Inglaterra, que desconocía, pero que me ha impresionado bastante pese a los prejuicios que llevaba. No es una zona turística en la que disfrutar de grandes maravillas pero, tanto Manchester como Liverpool, ofrecen un atractivo lo suficientemente importante como para una escapadita por la zona. Además está Chester y, aquí, hay futuro…