El nuevo día nos recibe con un fina lluvia casi imperceptible pero que molesta. Son los restos de las pequeñas nubes que nos dieron la cena la noche anterior. Esta lluvia, unido a que tenemos la autocaravana junto a un río, en medio de un precioso y frondoso bosque, hace que la sensación de humedad sea enorme. Esto unido al frío que esta haciendo por las noches deja una sensacion térmica muy baja, ya que no se llegará a los 10 grados, pero esto es Escocia y ya estabamos avisados. Por suerte la lluvia desaparece, el sol comienza a vislumbrarse entre las nubes y el día comienza a convertirse en algo más agradable a medida que avanza.
Hoy no tenemos un objetivo concreto. Seguimos acercándonos a las Highlands, estamos en la zona del whisky y no podemos marcharnos sin disfrutar de una visita a una destilería. Pero primero hay que retomar la carretera por la que vinimos, ya que hay que volver a Pitlochry a poner gasolina y, si la ida no fue nada agradable, la vuelta no lo será menos. Las curvas y el no haber desayunado de forma correcta hace que lleguemos a la gasolinera con una sensacion rara. Pero lo mejor estaba por llegar. Y es que nada más llegar a la gasolinera se nos acerca una mujer con una mala ostia en el cuerpo espectacular que, haciendo uso de la conocida flema britanica, nos echa una bronca espectacular por que lleva mas de una hora detrás nuestra, a paso de tortuga, sin poder adelantarnos. Ni que la tía fuera familia del gran Colin McRae. ¿Pero no has visto la carretera por la venimos? Nos lo tomamos a guasa y seguimos nuestro camino, que aquí hemos venido a disfrutar.
Seguimos por la A9 hacia el norte disfrutando de los paisajes que nos ofrece esta parte de Esocia. Estamos rodeando el Parque Nacional Cairngorms y eso se nota en la belleza del paisaje. Bosques frondosos, rebaños abundantes y muy poquitos pueblos durante el trayecto. Multitud de granjas jalonan la carretera mientras nosotros continuamos siguiendo el curso del Spey, el río por excelencia en el mundo del Whisky. Nuestro primer encuentro con el Spey se produce cerca de la localidad de Newtonmore y no lo dejaremos ya hasta cais su desembocadura en el Mar del Norte. Lo que si que dejamos de lado es la A9 la carretera que nos ha traido desde Perth y en la que hemos pasado una buan parte de nuestro viaje, una carretera con unas vistas espectaculares que introducen al viajero en la Escocia profunda y mística del norte desde la más industrial que se encuentra en el sur. Una carretera que une dos formas de vida muy distintas pero al mismo tiempo muy necesarias para esta región.
A todo esto ya estamos en Aviemore y, aquí, comienza la tan conocida Carretera del whisky, la A95, una carretera que va paralela al Spey y en la cual se encuentran casi todas las grandes destilerías de whisky del país. Nuestro objetivo es Glenfiddich una de las pocas destilerías independientes que quedan por la región y la más importante de todas. Para llegar hasta ella debemos dirigirnos a Dufftown, un pueblecito pequeño pero precioso en el que decidimos saborear la gastronomía de la zona antes de la visita a la destilería. Así que, teniendo en cuenta que estamos en el pueblo de la destilería Glenfiddich, nada mejor que acudir al restaurante que lleva su nombre a comer. El Glenfiddich Restaurant se encuentra cerca de la torre del reloj por lo que es facilmente localizable. Esta especializado en carne y pescados y tiene una decoración muy peculiar. La comida es buenísima y es un lugar que vale la pena visitar. Probablemente sea el único de todos los restaurantes que he visto que se mereciera el premio de mejor restaurante que casi todos tienen colgado en la puerta.
Tras este extraordinario descubrimiento ya nos vamos camino a la destilería a conocer la historia de esta gran familia que creó Glenfiddich y que, en la actualidad, se ha convertido en la numero 1 en ventas de Whisky en todo el mundo. La visita es amena y divertida, en ella se ve todo el proceso de elaboración del whisky de malta, el más puro, y es bastante interactiva. Comienzas viendo la historia de la destileria y de la familia para pasar a ver bodegas, alambiques y todos y cada uno de los procesos de fabricación del whisky. Y es que, durante la visita, en la destilería están en pleno proceso de producción del whisky que se venderá dentro de 12, 15 o 18 años en las tiendas de todo el mundo. Para acabar la visita como se merece una pequeña cata de los tres whiskys más producidos por Glenfiddich y una visita a la tienda en la que poder admirar la botella más cara que tienen. Y es que si un whisky vale 10.000 libras no me extraña que nadie lo compre, por mucho que sea un Glenfiddich de 50 años.
Tras abandonar la destilería de Glenfiddich, algunos con mejor cara que otros, nos dirigimos hacia Invernnes para comenzar a disfrutar del Lago Ness, pero antes paramos a ver las playas de Nairn, una nueva recomendación de la Lonely. Como nos pilla de camino pues nos sirve para descansar un rato de la autocaravana pero no es un lugar que recomiende a nadie. Nairn es un pueblo pequeñito, situado en la costa del Mar del Norte, en Moray Firth, el fiordo más grande de Escocia y lugar de avistamientos de delfines y ballenas. Por desgracia no tuvimos esa suerte y nos volvimos sin ver a ninguno de los animalitos que habitan estas frías aguas. Así que continuamos nuestro camino hacia Inverness y hacia el Lago Ness.
Inverness es la capital del norte de Escocia. Es una de las ciudades más grandes y es un lugar ideal para estar si se piensa dsifrutar de la zona con calma. Pero a nosotros nos falta esa calma así que decidimos saltarnosla para continuar nuestro camino hacia el Lago Ness, situado a escasos 10 km de la ciudad. El Lago Ness no es el más bonito, ni el más grande, ni el más visitado de Escocia pero toda la fama que ganó gracias a la historia de su monstruo hace que sea lugar de obligada visita. El lago es alargado, unos 39 kilometros y en todo momento se ve la otra orilla. Abarca un area de 56 kilometros cuadrados y destaca por ser un lago muy profundo, llega hasta los 226 metros de profundidad lo que lo convierte en el lago de agua dulce con mayor volumen de Escocia. Aún así su mayor importancia viene por formar parte del Canal de Caledonia, una ruta entre lagos que une Corpach, en la costa occidental de Escocia, con Inverness, en la costa oriental, a lo largo de sus más de 100 kilometros navegables.
Pues una vez aquí y con la tradición que tiene este lago, no nos queda otra que buscar alojamiento en los alrededores y, suerte la nuestra, resulta que nos encotramos con uno de los mejores campings de Escocia, el Loch Ness Caravan Park, un maravilloso camping situado junto al lago que nos deja algunas de las vistas más impresionantes de este viaje. Es una gozada hacer una barbacoa de las nuestras llenando de humo a nuestros vecinos junto al Lago Ness y la aprovechamos. Luego un ratito al bar del camping a disfrutar de la compañía y a dormir que hay que ver el amanecer junto al Lago Ness.